martes, 10 de febrero de 2009


Badalonés, campeón de Mediterráneo.
Parece que Badalona echaba de menos las Series, las tardes de viernes del Olímpico, cargadas de pasión, de brazos en alto, de euforia y decepción. Una vez más, el público acudió en importante número al mítico escenario. Si hace un mes lo hacía con el propósito de ver quién era el campeón de la división DKV, ahora lo han hecho para comprobar que Badalonés postula cada día con más intensidad hacia el título nacional. Por el momento, lleva dos de dos. Otro par de trofeos que poner en sus vitrinas.
El de Interconferencias es el siguiente. Pero pensemos en el presente, en hace unas horas.Han sido tres partidos dignos de una Conferencia Mediterráneo que aporta mucha calidad al global de la competición. El pistoletazo de salida lo daba Badalonés, que jugaba en casa, ante los suyos. Ganaron por seis (43-37) pero no se puede decir que fuese un partido cómodo. CIC, que han puesto patas arriba la división de Barcelona, empezó como terminó el campeonato blaugrana, esto es, mandando en el marcador. Pero Badalonés, que se ha visto en muchas de estas situaciones, supo reaccionar en el segundo cuarto para revertir la situación y equilibrar la balanza. Este partido se antojaba clave y, con permiso de Joviat, quien se hiciese con él se ponía en franca posición para obtener el Estandarte. En esa labor se afanaron los dos equipos, aunque fue Badalonés quien supo romper el empate de los dos primeros cuartos y afrontar así el último parcial con cuatro arriba. Distancia que creció un poco más en los últimos seis minutos (los cuartos registraban esa duración). Badalonés pegaba primero y se marchaba a descansar. Era el turno de Joviat y de CIC otra vez.Tampoco se dejen aquí engañar por el marcador (46-36), porque les puede dar información no muy veraz de cómo transcurrió todo. Joviat arrancó fresco, joven, directo a su enemigo. La consecuencia de todo ello es que CIC, medio aturdido aún por lo que pudo ser y no fue frente a Badalonés, no cogía las riendas del partido, que amenazaba con írsele de las manos. Dos parciales de 6-11 y 14-14 les mandaban a los vestuarios en cierta desventaja. Por entonces, quien soñaba con el confeti y las felicitaciones era Joviat.Ahora bien, no convendría olvidar que CIC estaba ahí por algo, y que por supuesto no se iba a marchar de las Series sin darlo todo. Joviat, excelente hasta donde pudo dar de sí, se vino abajo en el tercer cuarto. Fue tremenda su vuelta de vestuarios, arrollados por CIC, deseosos éstos de terminar su andadura en las Series con una sonrisa. Lo consiguieron. Habían hecho lo que debían y ahora tocaba esperar un triple empate y que el average decidiese.
Para ello, Joviat debía ganar a Badalonés. Ni se acercaron. No hay nada que reprocharles, pues Tomás y compañía son mucho equipo y el 11-2 con el que iniciaron el duelo ilustra lo que decimos. Badalonés era consciente de que la victoria le daba el título, los abrazos, el Estandarte, el pase a Interconferencias, el derecho a seguir soñando con la Gran Final.

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