viernes, 28 de noviembre de 2008


José Antonio Paraíso, Bernard Hopkins y Juan Carlos Navarro son, en este orden, los tres máximos anotadores en activo en competiciones ACB. Esta próxima jornada podría podrían producirse cambios en esta clasificación, además de alguna marca histórica, como los 5.000 puntos que puede alcanzar Juan Carlos Navarro. El escolta del Regal FC Barcelona acumula hasta el momento 4.992 puntos, gracias a los 59 de la Supercopa, 216 en Copa del Rey y 4.717 en Liga ACB (entre Liga Regular y Playoff).Juan Carlos Navarro tendrá la primera oportunidad de llegar a los 5.000 puntos en el partido que le enfrentará este próximo domingo al CB Granada, un choque muy especial para el escolta internacional. Precisamente ante el conjunto andaluz debutó Navarro en ACB, el 23 de noviembre de 1997. Su debut fue realmente espectacular, anotando 10 puntos en apenas 10 minutos, una cifra que le valdría para superar la cifra de los cinco mil puntos. El jugador Regal FC Barcelona reconoce estar “muy contento con esto porque significa que he tenido continuidad durante muchos años al máximo nivel”. Navarro no se queda con ningún punto en especial, “porque todos han significado sumar en los partidos pero aquellos que han supuesto un título son los mejores. Si me tengo que quedar con alguno me decanto por los anotados en la liga, porque suponen una continuidad en el juego”.

viernes, 14 de noviembre de 2008


El Real Madrid calmó las aguas turbulentas por las que discurría en la ACB en la pista del DKV Joventut, al que derrotó el domingo pasado a domicilio, y también ha tranquilizado el movimiento de la nave en la Euroliga ayudado por un calendario que le brindaba otro partido en casa, frente al Armani Jeans Milano italiano, después de capitular contra el CSKA Moscú.Felipe Reyes guarda la chispa del Real Madrid. El pívot campeón del mundo eleva las miras de un equipo respaldado por los resultados. Su equipo parece uno con Reyes en pista y otro cuando el ex colegial coge sitio en el banquillo.Vivía en el alambre antes de saltar a la cancha del DKV Joventut y de recibir al bloque de Piero Bucchi y, despachados ambos escollos, puede permitirse el lujo de disfrutar mejor temperatura ambiente. Se lo debe a Reyes y, desde luego, al estadounidense Louis Bullock, autor de la canasta que permitió al grupo español enjugar cinco puntos de desventaja en el último minuto para ganar por un solitario tanto.El arsenal madrileño da para mucho más, pero la experiencia del ejercicio pasado, desfigurado en las citas que no perdonan los fallos, varió la perspectiva madridista hacia la etapa 2008-09. Los de Vistalegre han planificado el trabajo con la idea de conseguir el momento óptimo de forma para más adelante, para estar eufóricos en el tramo decisivo de los títulos.Los blancos han planificado el curso con la intención de carburar como la seda más tarde, cuando la manga ancha se cierra y las consecuencias de cada resultado brotan según suena la bocina, cuando ya no hay errores gratuitos.El concepto entra dentro de lo habitual. Los equipos grandes saben que el reparto de habichuelas queda lejos, que disponen de un margen inicial para el borrón que, con el paso de las jornadas, desaparece. La estrategia, por generalizada que sea, requiere un mínimo y el Real Madrid echa de en falta resortes para vadear ileso la etapa de ajustes y plantarse en el tramo caliente de la temporada con solidez.Reyes le está salvando de la quema. Bullock también. El griego Lazaros Papadopoulos, un enorme jugador, no acaba de sacar lo que lleva dentro, los problemas físicos han afectado a varios jugadores, el nacionalizado Venson Hamilton necesita tiempo y el calendario no atiende a planificaciones de ningún tipo: CSKA Moscú, TAU Cerámica, DKV Joventut....).El equipo madridista despegó con mejor aspecto que nunca esta temporada. El estadounidense Louis Bullock veía aro (dos triples en el primer cuarto), el también americano Jeremiah Massey firmaba once puntos como titular, el rebote ignoraba a los italianos y la producción local dentro de la zona dictaba sentencia.Diez puntos en la pintura y el buen funcionamiento global anunciaban un distanciamiento madridista inminente (21-12). Pero Reyes enfiló el banquillo, entró Papadopoulos y, sin saber el porqué, sin que el heleno fuera responsable único y directo, el cuadro milanés levantó el vuelo.

viernes, 7 de noviembre de 2008


El titular de la Euroliga, el CSKA Moscú, apretó los dientes ante el Real Madrid para compensar ausencias notables y superar obstáculos espinosos sin perder el hilo de la competición continental, en la que volvió a reforzarse al tiempo que dejaba una dolorosa tarjeta de visita para el titular del terreno de Vistalegre, sumido en una etapa de apreturas en la ACB y, ahora, también de fronteras para afuera.La defensa dio aire a los blancos en una noche que no dejaba margen para las excusas pese a la categoría del oponente. No le alcanzó. Después de tres derrotas (dos en la ACB -Cajasol y Tau- y una en Europa -el Partizan serbio-), la concentración de los españoles para rehacerse de todos los problemas incrementó el rendimiento defensivo, aunque de ahí a situarse en posición de tumbar a un rival así hay una distancia abismal.Las ausencias del esloveno Matjas Smodis y del ruso-estadounidense John Robert Holden lastraban al CSKA en la misma medida que multiplicaban las opciones locales. Aún así, el CSKA, el rey del Viejo Continente, es capaz de subsistir a bajas que, en otras plantillas, resultarían demoledoras.En el CSKA pueden ausentarse Holden y Smodis sin que los cimientos del edificio tiemblen, sin que una salida a la pista del equipo con más Copas de Europa conquistadas suponga ir al desolladero. Aún más, sin que sus posibilidades de éxito sufran una merma insalvable. El equipo dirigido por el italiano Ettore Messina ha disputado las seis últimas Finales entre Cuatro, vive en la elite, en ese escalón que los blancos hace años no rebasan.Al Madrid le toca sufrir, mucho, y jugar, mucho, para plantar cara a las grandes locomotoras de la Euroliga. Eso estando bien. Si atraviesa por una época incierta, como es el caso, le toca oficiar algo parecido a un milagro. La segunda entrega internacional en Vistalegre alumbró algo parecido a un acto milagroso del Real Madrid porque a eso suena jugar contra los rusos y conceder 39 puntos en treinta minutos.En esa categoría, la de los sucesos inverosímiles, entra derrotar a un adversario que, privado de individualidades decisivas, es capaz de liderar el tanteador en las postrimerías del tercer corte (34-37) pese a no tener una buena noche, ni siquiera, en los tiros libres -seis de doce en esa fase- y enfrentarse a un bajón ofensivo como el provocado por la tropa blanca en sus números.Por descontado, Messina guardaba panes y peces en la manga. Surgieron bajo el formato de rebotes. Así compensaron los rojos la falta de puntería desde la línea de personal. Los rusos firmaban veintiocho rechaces capturados tras veintinueve minutos de juego con un alucinante catorce/catorce. Habían capturado tantos balones debajo del aro propio como de la cesta anfitriona. Y los tiros libres les daban igualEl estadounidense Terence Morris desempeñó un papel fundamental en el rebote. A falta de un cuarto acumulaba ocho balones atrapados entre la jungla de brazos. Sin embargo, el CSKA acusó el abismo que el pívot le creó en el arco de triples. Al mismo tiempo que el americano presumía de sus logros dentro de las zonas, rumiaba la decepción de haberse tirado seis triples sin convertir ni uno.
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El TAU Cerámica ha fichado a Robert Hite por un mes. El jugador norteamericano nació en Cincinnati (Ohio) el 12 de enero de 1984 y mide 1,88. Hite estaba sin equipo tras realizar la pretemporada con los Suns de Phoenix.
Robert Hite se formó en la Universidad de Miami. En sus cuatro temporadas de universitario promedió 14,2 puntos y 4,6 rebotes por partido. En la campaña 2006/07 fichó por Miami donde disputó 12 partidos con 4,3 puntos y 1,3 rebotes por partido. Hite terminó la temporada en la Liga de Desarrollo con los Sioux Falls con 19 partidos, 14,5 puntos y 3,8 rebotes.En la campaña 2007/08 Robert Hite defendió la camiseta del Galatasaray. En la liga turca jugó 26 partidos con unos promedios de 9,7 puntos y 4,1 rebotes. Su presencia en la Copa ULEB fue de 15 partidos con una media de 16 puntos y 4,5 rebotes.